Poco se puede escribir ya de lo que supone presenciar un concierto de Manuel Carrasco. Difícil es explicar en una crónica la emoción que el onubense derrocha y es capaz de despertar entre su público en cada cita. Y esta noche, en Sotogrande, lo ha vuelto a hacer, a pesar de la pésima organización. Un artista que ha batido récord de público en dos conciertos consecutivos en La Cartuja de Sevilla, sin duda se merece una mejor previsión.
Carrasco, como si fuera un arquero profesional o más bien Cupido lanzó una flecha nada más comenzar el espectáculo al corazón de las más de 12.000 almas que se congregaban en el recinto del Santa María Polo Club. Comenzaron a sonar los acordes de ‘Corazón y flecha’ y no hizo falta más teatro. Tras él, un enorme corazón rojo como una presentación del idilio que el artista mantiene con su público casi desde el principio de su carrera.
Desde horas antes, multitud de fans se congregaban en las inmediaciones del recinto para asistir a uno de los grandes conciertos de la temporada en la comarca y que además pone el broche de oro a los eventos musicales del verano celebrados en el marco del Sotogrande Music Festival. Las previsiones de asistencia se desbordaron desde semanas antes y la organización tuvo que ampliar el recinto así como recomendar acudir con tres horas de antelación para evitar aglomeraciones. Unas recomendaciones que no sirvieron para nada, ya que es imposible meter a más de 12.000 personas en un recinto con accesos tan limitados. Desde las 18.00 horas la A7 se colapsó y mucha gente llegó al Santa María Polo Club con el concierto ya empezado.
El artista apareció puntual a las 22.00 horas ataviado con camisa y pantalón negro. Su nervio y pasión sobre el escenario conquistó al público desde el primer minuto y poco a poco fue desgranando las canciones de ‘Corazón y Flecha’ y todos sus grades éxitos: ‘Sígueme’, ‘No dejes de soñar’, ‘Hay que vivir el momento’ o ‘Dispara lentamente’, entre otras. Momento especialmente emotivo es cuando entona ‘Mujer valiente’, pensando en la joven sevillana Elena Huelva, víctima del cáncer y amiga personal de Manuel Carrasco.
También hubo sorpresas como disfrutar del onubense cantando un pasodoble carnavalero o interpretando un tema del grupo jerezano ‘Los Delincuentes’.
Sorprendió a los asistentes llamando al escenario al cantautor de Rota Antoñito Molina con el que cantó a dúo un tema.
Tras más de dos horas de concierto, Carrasco guardó su arco y cerró así la temporada de conciertos en el Campo de Gibraltar. Su arte y buen hacer sobre el escenario logró apaciguar los ánimos tras los problemas de organización a los que se enfrentaron los asistentes. M.A. Benito
