
La mojama elaborada en Barbate e Isla Cristina son las únicas que tienen certificado de origen.
Ha alcanzado 4,2 millones de euros de facturación.
El Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) Mojama de Barbate (Cádiz) e Isla Cristina (Huelva) ha cerrado 2018, su segundo año efectivo de actividad, con un aumento del 20% en sus ventas, lo que ha supuesto una facturación superior a los 4,2 millones de euros.
El secretario general de la IGP, Manuel Becerra, ha indicado que las cuatro empresas amparadas por esta figura de protección produjeron a lo largo del año pasado 121.000 kilos de este producto procedente del atún.
Ha calificado el 2018 como un año “muy bueno” para este producto, porque “la gente está empezando a notar la diferencia entre la mojama certificada y una que no lo está y eso beneficia al sector al ser sus productos cada vez más demandados”.
Para ello, ha señalado, se ha llevado a cabo “una fuerte campaña de promoción” en toda Andalucía y en otros puntos de España como Madrid, Barcelona, San Sebastián, Zaragoza y Valencia.
Actualmente, la IPG ampara a cuatro empresas, dos de Isla Cristina y dos de Barbate, que generan 220 empleos, la mitad mujeres.
La mojama se presenta envasada al vacío en trozos o lonchas conservadas en aceite vegetal, pueden ser de categoría Extra -procedentes de la parte interior de los lomos- o Primera -obtenidos de las zonas contiguas-.