El salón de actos del Centro Cultural ‘José Luis García Palacios’ en Huelva de Fundación Caja Rural del Sur acogerá este miércoles, día 26 de mayo, a las 19:00 horas, una Mesa Redonda dentro de las actividades de la exposición ‘Donde hay arte, hay corazón’, de Víctor Pulido, que se muestra en la sala de exposiciones este mismo centro cultural hasta el 28 de mayo.
El acto será presentado por el director de la Fundación, Emilio Ponce, e intervendrán Magdalena Haurie, directora de la Galería Haurie; José Luis Cano, gerente de Clorofila Digital, y, finalmente, Jesús Velasco, doctor en Historia del Arte. La entrada será libre hasta completar aforo según normativa COVID 19.
Víctor Pulido nace en Huelva el 16 de mayo de 1968, cursa estudios de Bellas Artes en la Facultad Santa Isabel de Hungría de Sevilla, licenciándose en Pintura y Escultura. Su labor se centra en estas dos últimas tendencias, trabajando igualmente el grabado y el diseño gráfico; forma parte del Departamento de Diseño de la Diputación de Huelva desde 1997. El dibujo es su gran pasión e hilo conductor de su trabajo.
Parte de su obra versa sobre la naturaleza, destacando series dedicadas al estudio del agua y al mundo de los insectos. Actualmente trabaja sobre el Hombre y la realidad social. Ha realizado exposiciones individuales en Huelva, Sevilla, Cádiz, Almería, Cuenca, Cambados, Madrid, Lisboa, Paris, Bruselas, Estrasburgo, Chicago… y ha obtenido premios como el Penagos de Dibujo y otros muchos provinciales y nacionales de carteles, dibujo, pintura y escultura.
En el acto de inauguración de la muestra, el director de la Fundación Caja Rural del Sur, Emilio Ponce, hablaba de Víctor Pulido como un “artista emocional” con una obra que “compacta, verdadera, compleja, arremangada, una caricia fresca y, sobre todo, sátira” porque el pintor es para el “arte lo que una dinamo es a la rueda de una bicicleta, es como ese nexo de unión entre su imaginación y la luz que desprende el resultado de su trabajo”. Los amigos y familiares que asistieron ha dicho acto se encontraron al observar un cuadro, en definición del director de la Fundación, con “una alegoría de su pensamiento y en este punto el artista sabe plantearnos a los demás la vida con mucha alegría, con cierto y necesario humor y con una amabilidad que hace entregarte a la contemplación por el disfrute haciendo uso para ello de elementos menos convencionales que juegan con el realismo para centrarse en una naturaleza cotidiana, sarcástica y humana”.
