La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible destaca que el gran esfuerzo que está realizando la flota dedicada a la chirla en el Golfo de Cádiz sigue reportando beneficios a los mariscadores andaluces, que podrán capturar 500 toneladas más en esta campaña. En concreto, el plan de gestión para la captura de estos bivalvos en 2022-2023 en las modalidades de draga hidráulica y rastro remolcado contempla como punto de referencia biológico un tope máximo de 3.000 toneladas. Este incremento respecto a la pasada campaña está avalado por los estudios científicos, que han confirmado el buen estado del caladero.
Los informes del Instituto Español de Oceanografía (IEO) relativos al Golfo de Cádiz establecen este límite como garantía de que las aguas contarán en julio de 2023 con una biomasa equivalente al Rendimiento Máximo Sostenible de la pesquería. Al respecto, el director general de Pesca y Acuicultura, José Manuel Martínez, ha señalado que, respetando esta cantidad máxima de capturas, “los mariscadores se aseguran de llevar a cabo una actividad sostenible ambientalmente”. Asimismo, ha apuntado que ahora el reto es garantizar también “la sostenibilidad económica de las embarcaciones que dependen de la chirla, afectadas por el incremento del precio del combustible y los altos costes de explotación”.
Con este fin, el Gobierno autonómico ha incluido novedades de interés para los mariscadores andaluces como, por ejemplo, la posibilidad de reducir el número de jornadas de faena para reducir el gasto en gasoil. Como ha publicado la Consejería de Pesca en Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), el Total Admisible de Capturas (TAC) establecido para la campaña 2022-2023 asciende a 200 kilogramos de chirla por embarcación y día (de lunes a viernes), si bien existe la posibilidad de duplicar este volumen hasta las 400 kilogramos en dos jornadas siempre y cuando se respete el máximo diario de venta en lonja (200 kilogramos). “Gracias a esta modificación que hemos realizado en el plan de gestión de la chirla, las embarcaciones pueden concentrar sus posibilidades de pesca en tres días en lugar de verse obligadas a salir al mar cinco veces por semana”, ha explicado José Manuel Martínez, detallando que “las ventas sí se continúan repartiendo entre todos los días laborables para ajustar mejor la oferta a la demanda y no provocar desequilibrios de precios”.
En cuanto a la labor que ha desempeñado el Gobierno andaluz durante la última legislatura, el director general ha defendido “la apuesta sincera” de la Consejería por “respaldar a unos profesionales que durante años se han sentido desamparados, pero que ahora saben que cuentan con el apoyo de la Junta de Andalucía para luchar por esta actividad sostenible que genera riqueza en municipios que dependen en gran medida de la pesca de la chirla para mantener su economía”.
Entre otros hitos registrados en el ámbito de la captura de la chirla desde 2019, destaca la concesión de las primeras ayudas por parada biológica en Andalucía y la flexibilización de ciertos requisitos establecidos para el ejercicio de esta actividad que suponían trabas innecesarias al no reportar beneficios ambientales.
