Finaliza el I Ciclo de Charlas sobre Violencia de Género del Infanta Elena de Huelva
El I Ciclo de Charlas sobre Violencia de Género organizado por el Hospital Infanta Elena de Huelva ha finalizado este jueves en el salón de actos del centro hospitalario con la participación de la ONG ‘Mujeres en Zona de Conflicto (MZC).
La importancia de trabajar juntos, de forma multidisciplinar y perfectamente coordinada, entre todos los organismos y entidades que, a día de hoy, trabajan en la lucha contra la violencia de género y en la atención a las víctimas, ha sido una de las principales conclusiones a las que se ha llegado durante las sesiones informativas que han conformado este ciclo.
Con la clara intención de seguir sensibilizando a los profesionales del Servicio Andaluz de Salud, se ha impulsado este ciclo de conferencias por parte de la Comisión Interdisciplinar de Violencia de Género del centro hospitalario, órgano multidisciplinar que trabaja en colaboración con Atención Primaria, que ha permitido establecer un foro común en el que conocer y debatir, entre la mayoría de las entidades involucradas en este ámbito, aquellas cuestiones fundamentales para prevenir más eficazmente, detectar antes y atender mejor.
Financiadas dentro del Pacto de Estado por la Violencia de Género, este programa de charlas ha contado con la participación física de 134 trabajadores en activo o en formación del Servicio Andaluz de Salud, procedentes de una gran variedad de categorías profesionales, a las que se han sumado las 54 personas que han seguido las charlas de forma virtual a través de la aplicación Circuit.
Todo con el objetivo de dar a conocer a los profesionales del sistema sanitario público de Andalucía los recursos que ofrecen las diferentes entidades participantes en la lucha contra este grave problema, teniendo en cuenta que el primer contacto de las víctimas de este tipo de violencia con la administración pública suele ser a través de los servicios sanitarios.
Desde que se iniciara este ciclo de charlas el pasado 1 de junio hasta hoy, muchos han sido los organismos y entidades que han abogado por una respuesta integral a este problema, en el que resulta imprescindible un abordaje multidisciplinar, en el que cada profesional de respuesta, de forma coordinada, a los múltiples retos que plantea un problema de este calibre, en el que toda la sociedad está comprometida y que requiere de la sensibilización y el compromiso de todos.
De esta manera, el ciclo ha contado con seis sesiones de una hora de duración aproximadamente, que se han seguido tanto de forma presencial como online, y en las que han participado algunas de las personas y entidades más comprometidas en la lucha contra este problema en nuestra provincia, con la intención de reforzar las habilidades necesarias de los profesionales para ofrecer la asistencia clínica más adecuada.
Para ello, según se ha destacado durante estos días, resulta fundamental estar sensibilizado previamente ante el problema y mantener una posición activa en la búsqueda de aquellos elementos que permitan detectarla, tanto a través de la entrevista previa con la paciente, como de la exploración física, el tipo y causa de la lesión o del propio historial clínico de la mujer.
Durante estas sesiones, en las que han intervenido profesionales del Instituto Andaluz de la Mujer en Huelva, se ha abordado la violencia de género desde muy diferentes perspectivas dando a conocer las claves para hacer visibles las situaciones de especial vulnerabilidad, que dificultan en las mujeres el reconocimiento de la violencia y la toma de decisiones para terminar con las situaciones que las producen.
Además, las jornadas han contado también con profesionales del Equipo de Mujeres y Menores de la Guardia Civil (EMUME) y la participación de la fiscal de Violencia de Género de Huelva, que han informado sobre la instrucción y resolución del procedimiento judicial, aclarando también todas las dudas de tipo jurídico de los profesionales sanitarios y facilitando así la realización de su trabajo de la forma más segura con el convencimiento de que su labor está ayudando, no solo a la recuperación física de las mujeres, sino también a la consecución del proceso judicial en marcha.
Por su parte, el Servicio de Asistencia a Víctimas en Andalucía (SAVA), dependiente de la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, ha sido el encargado de ofrecer otra mirada sobre este problema, al poner de relieve los efectos de la victimización secundaria, es decir, los efectos negativos que tiene para una víctima de violencia de género su paso por los procesos penales.
Y, por último, Cruz Roja y la ONG Mujeres en Zona de Conflicto han expuesto sus programas de ayuda poniendo en valor la importancia de este tipo de entidades en la atención a las mujeres y su disposición a colaborar con los servicios sanitarios.
Desde el centro hospitalario se ha agradecido la participación de todas estas entidades, siempre con el objetivo común de poner a disposición de los profesionales sanitarios todas las herramientas disponibles por parte del sistema público andaluz y proporcionarles pautas de actuación homogéneas.
Para ello resulta “fundamental” la actualización del conocimiento, basado en la experiencia y la evidencia científica de los últimos años, destacando la importancia de la colaboración y la coordinación con profesionales y recursos de dentro y de fuera del sistema sanitario.
En este sentido, la Consejería de Salud y Familias cuenta en Huelva con dos equipos de atención a la mujer y familia con la finalidad de reforzar la asistencia que desde el ámbito sanitario público se presta a las mujeres víctimas de violencia de género.
Estas unidades, que dependen del Distrito Sanitario Huelva-Costa y Condado-Campiña, se encuentran ubicados físicamente en el municipio de Niebla y en Huelva capital y responden a la estrategia de la Junta de Andalucía, en cumplimiento de las medidas del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, de extender también a las zonas rurales este servicio especializado de asistencia a las mujeres, tras los excelentes resultados obtenidos en la primera fase de implantación en las ciudades.
Estos dispositivos integran tanto la asistencia de los centros de salud como hospitales. Su función es realizar una cobertura integral y personalizada a las mujeres afectadas y a las personas que dependan de ellas (niños y niñas, personas mayores) a través de profesionales de referencia que se centran en la detección precoz, atención integral e intervención inmediata.
Se trata de cuatro enfermeras, dos trabajadores sociales y un psicólogo, que efectúan una valoración exhaustiva de las necesidades de estas mujeres y un acompañamiento continuado desde la detección hasta el comienzo de su nuevo proyecto de vida.
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