01 mayo 2024

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El monstruo marino de Ayamonte. un saurio de hace 220 millones de año.

El monstruo marino de Ayamonte. un saurio de hace 220 millones de año.

La curiosidad de dos vecinos de Huelva durante un paseo permite el descubrimiento del fósil de vertebrado más antiguo del suroeste de la península, un saurio de hace 220 millones de año.

A Ramón Martín y Miguel Ángel Bernal, cuando caminan, les gusta observar en las piedras los mensajes de nuestro pasado más remoto. En uno de sus paseos por el entorno de Ayamonte (Huelva), encontraron, a unos ocho kilómetros de la línea de costa, una roca que les llamó la atención por la presencia de unos fragmentos de lo que parecían partes de un hueso fosilizado. La sospecha de que podía ser algo importante les hizo, de inmediato, contactar con el Ayuntamiento ayamontino y con el arqueólogo Benjamín Cabaco de la empresa ArqueoGuadiana, que comunicó el hallazgo a los paleontólogos de las Universidades de Huelva y Sevilla, Antonio Toscano y Fernando Muñiz. El resto fósil pertenece a un saurio, con toda probabilidad, según los investigadores, a un nothosaurio, un animal marino de unos 220 millones de años.

Si se confirma esta identificación específica, se trataría de un reptil, de dos metros de largo (podían medir hasta cinco), era un depredador de cuello largo, cabeza pequeña, mandíbulas alargadas con numerosos dientes afilados, flexible y destacadas capacidades natatorias. Un auténtico monstruo marino prehistórico de Ayamonte, según lo han bautizado familiarmente los investigadores.

Antonio Toscano y Fernando Muñiz detectaron enseguida que se trataba de un hallazgo único, el resto más antiguo de un vertebrado en la zona suroccidental de España. Su experiencia, la configuración del hueso y la comparación con otros fósiles les llevó a determinar que se trataba de una vértebra dorso-lumbar.

Vértebra fosilizada hallada en Ayamonte.
Vértebra fosilizada hallada en Ayamonte.

El análisis de las rocas donde fosilizó este hueso indica, según Muñiz, que se trata de un ejemplar del Triásico Superior (entre 237 y 201 millones de años). Los investigadores explican que ya se han realizado pruebas preliminares con ácido clorhídrico diluido al 10% sobre muestras de la roca con el objetivo de determinar si son carbonatadas y seleccionar así el estrato de donde proceden para continuar la investigación. También se realizarán secciones delgadas a un fragmento de hueso desprendido para indagar en los conocimientos osteológicos de la vértebra.

“Si retrocediéramos en el tiempo a este periodo geológico, aproximadamente unos 220 millones de años, desde lo que hoy es Ayamonte, contemplaríamos justo enfrente lo que hoy es Canadá y EE UU. Estaríamos en un periodo geológico, el Triásico, dentro de la era Mesozoica, también conocida como de los Dinosaurios y que arranca unos 20 millones de años antes, tras la mayor extinción ocurrida. Las rocas mesozoicas de Ayamonte registran el inicio de la ruptura y separación del continente único llamado Pangea, es decir, América y Europa-África se empiezan a separar dando comienzo lo que hoy es el océano Atlántico”, describe Muñiz.

Reconstrucción paleogeográfica del Triásico Superior. El círculo muestra la ubicación, entonces, de lo que hoy es la península Ibérica
Reconstrucción paleogeográfica del Triásico Superior. El círculo muestra la ubicación, entonces, de lo que hoy es la península Ibérica

“Por ahora se puede afirmar que pertenece al grupo de los sauropterygios (Sauropterygia), que incluye predadores como nothosaurios, simosaurios, lariosaurios, cíiamodus, placodus… Tenemos que estudiar los restos en detalle. La edad precisa se podrá determinar a partir del estudio, por ejemplo, de anélidos. La presencia de estos organismos y las rocas en las que se encuentran ayudará a conocer cómo era la paleogeografia de la zona durante el Triásico”, explica Matías Reolid, paleontólogo de la Universidad de Jaén y descubridor de los nothosaurios más antiguos, también del Triásico (con más de 230 millones de años), en el municipio de Puente de Génave (Jaén) y de Órgiva (Granada). Sus hallazgos fueron recogidos en varias revistas científicas de prestigio y en una edición de carácter divulgativo del servicio de publicaciones de la Universidad jiennense.

El comportamiento ejemplar de Ramón Martín y Miguel Ángel Bernal durante su paseo ha abierto la puerta para investigar y salvaguardar el patrimonio paleontológico. Los resultados más detallados se darán a conocer conforme avancen los estudios científicos sobre este extraordinario hallazgo.

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