En relación con el festival Rock en Isla, a celebrar el día 30 de junio de 2018, manifestar que este Ente local ha apoyado la celebración del evento desde el principio, prueba de ello es que el pasado día 24 de enero del año en curso asistimos, junto con los organizadores, a su presentación oficial que además, en días posteriores, se personaron en las oficinas del Servicio de Obras y Urbanismo para una primera toma de contacto con los técnicos municipales, solicitando información acerca de la documentación que tendrían que aportar al tratarse de una actividad extraordinaria establecida en el Decreto 195/2007, de 26 de junio.
Desde la citada fecha, la organización del evento no presentó oficialmente solicitud para la autorización del mismo hasta el día 11 de junio de 2018, cuando según la Ordenanza Municipal Reguladora de Utilización Temporal u Ocasional de Edificios, Locales e Instalaciones Municipales, en su artículo 29.2, establece expresamente, que “las solicitudes de autorización, acompañada de la documentación prevista en la normativa antes señalada, se presentará por los interesados en el registro municipal con una antelación de treinta días a la celebración del evento”, pero a pesar de esto, este Ayuntamiento admitió la solicitud y el 15 de junio de 2018, se le requirió a la organización para que en un plazo máximo de diez días aportase la documentación necesaria para conceder la autorización solicitada.
El pasado día 26 de junio, ya pasado el plazo de diez días reseñado en el párrafo anterior, se persona en este Ayuntamiento el nuevo técnico contratado por la organización (tras la renuncia del anterior técnico el día 22 de junio), manifestando que aún no había elaborado el proyecto técnico del evento, ya que, debido a la premura de tiempo se encontraba con directrices técnicas difíciles de cumplimentar tales como: torretas de iluminación, cumplimiento del nivel de decibelios en el Recinto “El Carmen”…, a lo que habría que añadir que no se había aún formalizado seguro de responsabilidad civil, contrato con empresa privada de seguridad y certificado de instalación eléctrica de baja tensión, documentación que debe ser aportada con carácter previo a la autorización solicitada.
El 27 de junio, en una nueva reunión, esta vez, técnico del evento y organizadores, junto a los técnicos municipales, manifiestan la imposibilidad de cumplir las medidas acústicas previstas en nuestra Ordenanza Municipal, centrándose sólo y exclusivamente en esa exigencia técnica, cuando el resto de prescripciones técnicas y administrativas a cumplimentar aún estaban en el aire a tres días de su celebración.
Concluida la reunión, y de manera informal, nos comunican que ya disponen del dispositivo de sonido, sin hacer mención al resto de prescripciones técnicas y administrativas pendientes de cumplimentar, pero que el mismo dispositivo de sonido, a su criterio, hace inviable la celebración del evento.
Pese a todo, y a estar a solo dos días de su celebración, este Ayuntamiento elevó al Pleno, el jueves día 28 de junio, y fue aprobado por unanimidad por toda la Corporación Municipal, que este evento, junto a otros, se considerase de especial proyección cultural y turística, formando parte de la programación estival de nuestro municipio, apostando por un espectáculo innovador junto a los ya consolidados, reiterando así la buena voluntad hasta el final de este Ayuntamiento para la celebración de dicho festival.
Desde este Ayuntamiento lamentamos profundamente la suspensión de un festival de estas características, al que hemos apoyado sin fisuras desde el primer momento, y que podría ser muy bueno para nuestra ciudad, pero sin obviar que las condiciones que hay que cumplir en la diferente normativa existente para la celebración de este tipo de espectáculos son de obligado cumplimiento para garantizar la seguridad de los asistentes, compaginándolo con el descanso de nuestros vecinos y visitantes.
