Assumpta Serna y Scott Cleverdon defienden en el Festival de Islantilla un código ético común para todos los profesionales del cine que impida los abusos en el sector y provoque un cambio social equiparable al movimiento Me Too.
Ambos, junto al también actor Frasko Domínguez, han participado en una mesa redonda organizada por la muestra en los jardines del Hotel Estival Islantilla, sede oficial del certamen.
La XVI edición del Festival Internacional de Cine bajo la Luna de Islantilla ha acogido en los jardines del Hotel Estival Islantilla, sede oficial de la muestra, una mesa redonda sobre ética profesional en el sector audiovisual en el que han participado los actores Assumpta Serna, Scott Cleverdon y Frasko Domínguez, y que ha sido moderada por el director del certamen, Esteban Magaz.
Bajo el título ‘Ética profesional en el cine: El poder de aunar granos de arena’, el encuentro ha servido para explorar la implementación de prácticas éticas en la producción de obras audiovisuales, abordando temas candentes como los recientes casos de abuso en escuelas de cine en Andalucía, Cataluña y Galicia, así como las cuestiones éticas que surgen en las relaciones entre profesionales del sector. Del mismo modo, también se han tratado otros asuntos de actualidad como la influencia de plataformas como Netflix en la industria cinematográfica de los Estados Unidos, así como casos concretos de rodajes en los que los propios actores han vivido de primera mano situaciones que suponen un abuso laboral hacia otros profesionales en muy diversos ámbitos: horarios, condiciones de seguridad, etcétera.
Assumpta Serna ha apostado por “un código ético elaborado entre todos y que abarque a todos los profesionales implicados en la industria audiovisual, para que nuestra labor pueda ser realizada en un ambiente sano, de modo que las obras resultantes sean consecuencia del esfuerzo de personas que se reúnen para crear y ofrecer al espectador un producto en el que también el sello de calidad ética sea tenido en cuenta”.
Scott Cleverdon, quien ha puesto sobre la mesa sus propias experiencias en varios rodajes en diversos puntos del planeta, ha comparado este paso “con el que supuso originar un código por el que todas las obras audiovisuales a día de hoy ponen en valor que no se haya maltratado a ningún animal durante el rodaje”. “Eso que hemos conseguido con los animales, aunque parezca increíble, aún no lo hemos conseguido con las personas”, ha reclamado Cleverdon.
Frasko Domínguez ha destacado “la necesidad de que todos pongamos nuestro granito de arena en este cambio de paradigma: desde los propios actores, hasta productores, directores de cásting, … llegando a los propios espectadores, que son quienes tienen la última palabra y quienes pueden respaldar obras que cumplan con ese código ético frente a otras que no los cumplan”.
Este compromiso se desarrolla más detalladamente en un documento, el Código de Buenas Prácticas en el Audiovisual para Actores y Actrices (CBPAA), que han elaborado conjuntamente la Familia de Cine y la Universidad Carlos III.
Assumpta Serna ha detallado algunos de los pasos que se han venido dando durante los últimos años en la obtención de este código ético profesional, “porque esta es una labor que viene de muy atrás, y que ha tenido muchas fases, y porque al final es algo que el sector está demandando de una forma u otra, y que acabará implantándose por su propio peso, sin que nadie lo imponga, al igual que va evolucionando la sociedad y fruto de esa evolución se demandan cosas nuevas”.
En ese sentido, Scott Cleverdon lo ha comparado con “una presa que contiene a una gran masa de agua y en la que van saliendo grietas que, en un principio, pueden ser ignoradas, pero que tarde o temprano acabarán provocando la rotura total y la liberación de toda esa fuerza contenida”. Cleverdon ha establecido también una similitud de esta iniciativa con movimientos como el Me Too, que ha sacudido los cimientos de la industria en Hollywood, o con los actuales acontecimientos vividos en el fútbol femenino en España, donde pequeños gestos terminan derribando creencias y comportamientos que parecían incuestionables e inamovibles.
La Familia de Cine (FdC) es una comunidad formada durante la pandemia mundial del 2020, inspirada por los directos diarios online realizados por Assumpta Serna y Scott Cleverdon y que versaron sobre el papel de los actores, la interpretación, el cine y el teatro. En la actualidad, la Familia de Cine está conformada por más de un centenar de profesionales del cine y de la televisión localizados en más de diez países, y que comparten el objetivo común de ofrecer obras de teatro, cine y televisión relevantes y cautivadoras para el espectador que persigan la calidad y la profesionalidad desde la creación del proyecto hasta su difusión y distribución. Su labor se sustenta en pilares como la transparencia, la honradez, la cooperación, la responsabilidad, la equidad y la ética profesional.
Con esta mesa redonda, el Festival Internacional de Cine bajo la Luna de Islantilla se prepara para la Ceremonia de Clausura de su XVI edición, que tendrá lugar este sábado, 26 de agosto, y en el transcurso de la cual se dará a conocer el Palmarés de 2023 y se hará entrega del Premio ‘Luis Ciges’ al segundo de los homenajeados de este año, el actor Pedro Casablanc.
Guillermo Mora – Mancomunidad de Islantilla
