Adais Casares.
Desde que comenzó la huelga de agricultores, los usuarios de las redes sociales han comenzado una campaña contra los productos traidos desde Marruecos por la competencia desleal que tienen de frente a estos productos que no cumplen con las exigencias que impone la Unión Europea.
Entre los boicots que se han presentado en las redes sociales y esa destrucción del producto marroquí que hemos visto en las carreteras de España, también comienza un boicot contra la marca de aceite de Oliva Carbonell.
En las redes se ve cómo los usuarios explican las diferencias entre el aceite que se produce con olivas españolas y con productos marroquíes, de esta manera, los ciudadanos que se unan a la campaña de boicot podrán saber el origen de las botellas, según su presentación, y comenzar a poner al producto nacional por encima del extranjero que no tiene ningún tipo de verificación.
Dais por sentado que es de origen marroquí y que no ha pasado los controles sanitarios y fitosanitarios que exige la UE. Una cosa es boicotear productos importados y otra mentir sobre ellos. Deoleo (los fabricantes de Carbonell) ya desmintió que usaran aceite marroquí, pero sí usan aceites de importados de Argentina, Chile y Túnez.