Agentes de la Policía de Isla Cristina salvan la vida de un hombre en parada cardiorrespiratoria

Lo que parecía una tarde festiva en la barriada Pozo del Camino de Isla Cristina terminó convirtiéndose en un escenario de emergencia y valentía. El pasado domingo 4 de mayo, en torno a las 21:50 horas, tres agentes de la Policía Local protagonizaron una actuación decisiva al salvar la vida de un vecino que se encontraba en parada cardiorrespiratoria.

Los agentes habían acudido al barrio para cubrir el regreso de la Virgen María Auxiliadora desde su romería, cuando una persona se les acercó desesperada para alertarles de que alguien en una vivienda cercana no respiraba. Al llegar a la casa, situada en la calle María Auxiliadora, se encontraron con un hombre que no mostraba signos vitales: sin pulso, sin respiración y con el cuerpo ya frío.

Mientras se activaban los protocolos habituales —avisando a los servicios médicos y a la Guardia Civil—, uno de los agentes, pese a creer que el hombre ya había fallecido, comenzó de forma espontánea las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Minutos después, alertó a sus compañeros al notar una leve bocanada de aire. Los tres agentes se relevaron en la RCP, logrando provocar una segunda respiración más evidente.

Cuando los servicios sanitarios llegaron, el hombre presentaba ya pulso. Fue trasladado de inmediato al Hospital Infanta Elena de Huelva, donde ingresó en estado crítico. Según informó posteriormente la familia, el paciente fue inducido al coma, pero ha despertado, se alimenta por sí solo y, aunque su estado sigue siendo delicado, muestra una evolución positiva.

La familia del reanimado, que fue testigo directo de la intervención, expresó su profunda gratitud a los agentes, quienes también son vecinos del barrio. Su actuación, más allá del deber policial, ha sido reconocida por todos los presentes como un acto de entrega y humanidad.

La Policía Local ha recordado que, aunque sus funciones no son sanitarias, muchos agentes reciben formación en primeros auxilios y no dudan en ponerla en práctica cuando la situación lo requiere. Una vez más, la rápida intervención y el compromiso de los cuerpos de seguridad marcan la diferencia entre la vida y la muerte.