Ojalá pudiéramos manejar los resultados finales de los partidos y pudiéramos dedicarte como despedida un triunfo.
Si fuéramos capaces de transmitirnos un poco solo de tu amor propio, de lo que luchaste por defender, de lo que significaba tu Punta y de lo grande que llegaste hacerla…no habría rival imposible.
Un día hablamos y te comentamos que buscaras un hueco para darnos una charla en el vestuario sobre lo que era pelear, sudar, defender, comprometerse y sacrificarse…… Por aquel entonces íbamos regular, no encontramos el momento ni tampoco volvimos a vernos…. pero quizás no hizo falta, no sabemos por qué, pero a partir de ahí hicimos una segunda vuelta espectacular. ¿Cosas del destino? No lo sé, pero fue un antes y un después.
Nos gusta ganar siempre… eso es casi imposible pero este próximo domingo tú estarás muy presente en ese vestuario antes de empezar. Y sea el resultado que sea te dedicaremos nuestro esfuerzo y sudor.
Hasta siempre…