La campaña de la sardina en el Golfo de Cádiz ha arrancado este 1 de Mayo después de que el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente haya publicado la Resolución correspondiente que abre el caladero a esta pesquería. A partir de ahora, las embarcaciones del cerco podrán capturar durante los próximos meses tanto boquerones como sardinas, las dos principales especies de esta modalidad.
La apertura del caladero del Golfo de Cádiz a la pesca de la sardina da un respiro a los pescadores que aseguran que está “siendo un año muy complicado porque tan solo teníamos abierta la pesca del boquerón y ésta no está siendo rentable”, lamenta el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría, Manuel Fernández Belmonte. “Cuando hay sardina y boquerón –continúa Belmonte- diversificamos, unos van a un producto y otros a otro y se puede llegar a un valor comercial más alto que nos permiten salvar un poco mejor la campaña”.
Para el responsable de la Cofradía de Pescadores puntaumbrieña la apertura del caladero a la captura de la sardina deja una sensación agridulce ya que “no nos van a cerrar definitivamente durante muchos años el caladero, que era la otra situación que se podía plantear, y se nos va a dejar pescar, pero con una cuota muy muy pequeña, ya que estaríamos hablando de cantidades irrisorias”.
Ante esta situación, Belmonte ya adelanta que preferirán esperar a junio para comenzar a faenar la sardina “ya que es cuando el producto alcanza un valor más alto y los precios están mejor al haber pocas capturas y así podemos buscar una rentabilidad en la pesquería del cerco”.
En los mismos términos se expresa el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Isla Cristina, Mariano García, que asegura que “estamos viviendo una campaña muy complicada y lo estamos pasando muy mal solo con el boquerón, esperemos a ver si ahora con la apertura del caladero a la sardina podemos recuperarnos un poco”, y añade que “empezaremos a pescar sardina siempre y cuando los precios nos respeten que se pueda capturar”.
El Plan aprobado por la Unión Europea prevé para 2018 unas capturas de sardina de 14.600 toneladas para España y Portugal, de las que sólo están garantizadas las primeras 7.300 (que podrán pescarse hasta finales de julio), ya que las 7.300 restantes van a estar condicionadas a que el Consejo Internacional para la Explotación del Mar (ICES) certifique una recuperación del 10% de la biomasa con respecto a julio de 2017. La cuota del año pasado fue de 17.000 toneladas.
De estas cantidades, en la primera fase le corresponderían a Andalucía 978 toneladas frente a las 1.500 de 2017, lo que supone una reducción del 35%. Esta cantidad podría suponer una media de 180 kilos/barco/día mientras que Portugal podría llegar a cuatruplicar esta cifra. En la segunda, que se desarrollaría a partir de agosto, se volvería a contar con otras 978 toneladas de capturas frente a las 1.052 del año pasado, un 7% menos.
El boquerón
Respecto al boquerón, Belmonte asegura que esta pesquería no está siendo rentable “con unos precios que se están alcanzando en lonja de 60 ó 70 céntimos el kilo y eso que solo teníamos activas poco más de 30 barcos de 84 embarcaciones de cerco que somos en el puerto de Punta Umbría”.
Uno de los principales problemas que señalan desde el sector es que “hay mucha oferta de boquerón, está entrando mucho boquerón del Mediterráneo y de Marruecos, y nosotros que estamos regulados con una cuota muy pequeña, en el tema del mercado no podemos hacer más de lo que estamos haciendo”, asegura Belmonte.
También Mariano García lamenta los precios “muy bajos” que está alcanzando en la Lonja ya que “hay mucho boquerón a nivel nacional que es una gran competencia para el nuestro”.
La caballa
Y respecto a la caballa, el patrón Mayor de Punta Umbría no se muestra muy optimista, “se ve poca este año, ya el año pasado se veía poca, aunque habrá que esperar al mes de junio a ver si la temperatura del agua es más cálida”. Aún así, confía en que “tengamos una pesquería buena y creo que podemos llegar a tener un buen precio porque hay mucha demanda por parte de las conserveras y eso también hace que el precio aumente”.
Por último, desde Isla Cristina también tienen buenas perspectivas respecto a la caballa “porque siempre hay mucha demanda tanto de las conserveras como en fresco y eso nos va a permitir que podamos alcanzar unos precios buenos”.
