Iniciamos el mes de agosto con el noveno bloque de cortometrajes que componen la Sección Oficial a Concurso. Nuevo mes y nuevos espectadores para no perderse su cita semanal con el mejor cine internacional bajo las estrellas. España, Francia y Reino Unido fueron los anfitriones de una noche en los que siete obras audiovisuales brillaron especialmente. Y es que el alto nivel de las obras de esta edición se lo está poniendo muy difícil al Jurado Oficial y al público que vota sus propios premios. Una edición de 10.
Marlon
Marlon, de 14 años, está visitando a su madre en la cárcel por primera vez desde que fue encarcelada. La joven, protegida por su familia y parientes, cree obstinadamente que su madre sigue siendo su heroína. La realizadora francesa Jessica Palud abrió la noche con este intenso drama familiar contado desde la pérdida de inocencia de la joven protagonista. Rodado con el brío necesario para narrar el “despertar” de Marlon ante la primera visita a su madre a la cárcel. Flavie Delangle da vida a Marlon dotándola de una fragilidad adolescente. A medio camino entre mantener silencio o romper con todo. Anne Suarez es la madre, y la actriz aporta el contrapunto perfecto para que el mejor duelo posible entre madre e hija se desenvuelva delante del espectador.
Marta no viene a cenar
Tercera de las producciones de Caleidoscopio Films a concurso tras las proyecciones de “Adila” y “Leica Story”. Cambiando radicalmente de tercio, Macarena Astorga nos sirve una comedia muy negra para cenar. Verónica y Lucía se conocen desde la infancia, esta noche han quedado para cenar. Las hermanas Natalia y Celia de Molina dan vida a los dos amigas. Ambas están sublimes en sus roles. Las dos actrices “disparan” sus diálogos como si de un western se tratase. Tiran a matar, consiguiendo las mayores carcajadas de los espectadores. Macarena Astorga sabe manejar a sus protagonistas, saca lo mejor de ellas a la misma vez que consigue destacar cada pieza del maravilloso decorado diseñado por Corinne Rubio. Alta comedia. Y es que cuando la comedia se estiliza… es cuando da sus mejores resultados.
Mi hermano
Alberto es un joven ilustrador español que vive una nueva vida con su novio en Berlín lejos de su opresiva familia, pero recibe una llamada que le hará regresar a su axfisiante pueblo castellano. Intenso drama familiar escrito y dirigido por Miguel Lafuente. Lo que comienza siendo una historia de amor en la libertad de una iluminada habitación acaba en el dolor de una oscura casa que esconde el mayor terror familiar vivido en la adolescencia de dos hermanos con varios años de diferencia. Lafuente apoya su relato en el buen trabajo de Álvaro de Juan que da vida al protagonista y en la actriz Marta Belaustegui en el papel de su madre. Las secuencias entre ambos alcanzan los mayores picos de intensidad. Mención aparte el luminoso (y animado) final que Miguel Lafuente le depara a sus personajes. Genial.
Mírame a los ojos
La actriz Olga Alamán regresa de nuevo a la Sección Oficial con una obra suya como directora después de competir el año pasado con su documental sobre su vida en Londres alejada del cine. Nos pasamos el día haciendo nuestras vidas perdidos en nuestras rutinas diarias. Pero no nos damos cuenta que podemos contactar con alguien. La mirada como única protagonista. El poder de los ojos. Contada de forma hipnótica, Olaga Alamán consigue poner en pie un bello poema cinematográfico en la que sus personajes nos atrapan a través de su mirada. Jonathan D. Mellor, Cristina Alcázar, Míriam Lozano o Juan Gea son algunas de las miradas que hablan a través de la cámara de Olga. Una pequeña delicia para los sentidos.
Mi-Temps
La segunda producción francesa de la noche coloca su cámara en el interior de un vestuario de un equipo de fútbol femenino mientras está concentrado antes de jugar la segunda parte del partido. Arnaud Pelca escribe y dirige esta minuciosa historia con un conflicto entre las jugadoras. La mujer al frente de todas ellas, madre la jugadora que ha generado el problema, tendrá que conseguir poner orden y sacar el mejor lado deportivo de todas ellas. Excelente el trabajo de Arnaud Pelca, desde la escritura de su magnífico guión hasta su soltura con la cámara. Se mueve dentro del vestuario como pez en el agua, radiografiando a cada una de sus jugadoras. Una muestra más del excelente cine que se hace en Francia y que tenemos la fortuna de poder ver en Islantilla.
My own life
Miguel Velilla salido de la ESCAC, que tanto buenos directores nos ha dado, rueda su cortometraje con producción británica en un Londres con los bajos fondos como escenario. Nick, a espaldas de su esposa Gina, está investigando el paradero de su amada Julia. Ocultando su identidad contrata a un detective para tristemente descubrir que trabaja como prostituta. A partir de ese momento su único objetivo es conseguir sacarla de ese mundo. Velilla rueda con buen pulso este pequeño thriller, donde la sordidez y la oscuridad son dos grandes protagonistas. Mueve a sus actores como piezas de su puzzle para sacarle sus mejores interpretaciones. Raman Rai y Hannah Laresa Smith están soberbios. Y la música de William Rowe aporta la dimensionalidad necesaria para hacer épica esta historia.
Nevada
Las Vegas. Una habitación de hotel. Dos mujeres. Elsa no sabe exactamente lo que está haciendo. Para la Sra. Taylor el secreto es recurrir a aquellos que nunca están seguros de su propia maldad. Finalizamos la noche con esta estilizada y elegante apuesta de Javier Khün en el que todos los elementos están al servicio de la historia. La dirección de fotografía de Cristina Pérez es delicada y minuciosa. El decorado de Jaime Boyero es una obra de arte en sí. Y la música de Vicente Miras hace el resto para que todo sea puro arte en las imágenes que nos muestra Khün. Enigmática. Nos atrapa desde el primer fotograma hasta el último. Como si la hubiese rodado el propio David Lynch. Una joya para finalizar la noche del martes. /islantillacineforum.wordpress.com
