Rubén Gutiérrez roza el Top 5 de la General Absoluta en las “gélidas” aguas de Iznájar.

En la mañana del domingo 7 de abril de 2024 se disputó la 4º edición de la travesía a nado del embalse de Iznájar. La prueba que da la salida al Circuito de Aguas Abiertas de la Diputación de Córdoba y la Federación Andaluza de Natación; un circuito que consta de 5 pruebas que se disputa durante los meses de abril y agosto en los embalses de la provincia Cordobesa (Iznájar, el Arenoso, la Breña, la Colada y Bembézar). Esta primera prueba, tenía lugar en las aguas del embalse de Iznájar, el embalse más grande de Andalucía, que está situado entre las provincias de Málaga, Granada y Córdoba, y que abraza el bello pueblo Cordobés situado en lo alto de un cerro.

Como en todas las pruebas del circuito, la organización programó 2 pruebas. Un 1.500m para los infantiles; y la prueba principal, de 3.000m para el resto de categorías. Pero lo temprano en el calendario (se ha adelantado 2 semanas el inicio del circuito con respecto a 2023), de la disputa de esta primera prueba, y sobre todo las enormes y persistentes lluvias caídas en la zona esta pasada Semana Santa, hicieron que la temperatura del agua fuese mucho más baja de lo normal en estas fechas, en concreto la mañana de la prueba el mercurio marcaba unos bajísimos 16´3 grados de temperatura. Según la normativa internacional de Aguas Abiertas, con esa temperatura el uso del neopreno es obligatorio (desde los 18 grados lo es), lo que hizo que muchos nadadores inscritos y ya en el embalse, no pudieran nadar al no disponer de traje. Otros tras “calentar” en el agua antes de la prueba, decidieron que no iban a participar. Todo esto llevo a la organización a disputar solo una distancia, la de 1.500m, bajando a los nadadores de la prueba de 3.000m a nadar la mitad de la distancia. Aun así, de los casi 60 nadadores inscritos, tan solo la mitad, fueron los que acabaron la prueba!!

La salida se dio con los nadadores en la orilla del embalse, para no tener que estar metidos en las frías aguas del embalse más tiempo de lo estrictamente necesario. Y la llegada se producía al pasar bajo el arco de meta, situado a escasos metros de la orilla, junto a la zona de salida. En un recorrido simple, de ida y vuelta, con una única boya situada a 750m, nadando por la derecha a la ida, para volver por la izquierda (un recorrido que eliminaba la dificultad de la orientación de este tipo de pruebas).

Nada más acabar la cuenta atrás, unos metros a pie para adentrarnos en el agua, un delfín y a nadar. Los primeros metros noto muy fría el agua, y me cuesta bastante reaccionar. Veo mucha gente a mí alrededor y me adelantan bastantes nadadores. La prueba se va estabilizando y me encuentro nadando a la derecha de Antonio Rodríguez. Nos “chocamos” en varias ocasiones, así que decido parar y ponerme a su izquierda, y a partir de ese momento, comenzamos a nadar los dos en paralelo sin volver a chocar. Vamos unos metros detrás de un gran grupo, pero no somos capaces de alcanzarlos. Nos acercamos a la boya de giro, y por mi izquierda me llega Nazaret Ortega. En este momento decido “jugármela” esperando que el grupo de delante, al ser más numeroso, tarde más en girar la boya y les pueda alcanzar; así que esprinto unos metros antes de llegar a la boya, dejando atrás a Antonio y Nazaret. Al salir de la boya, he recortado casi la totalidad de los metros que me sacaba el grupo, pero no termino de alcanzarlos. Sigo luchando si aflojar ni una sola brazada, hasta que casi a falta de 200m a meta, termino por contactar con el grupo. Sin yo darme cuenta, llevaba detrás de mí a mis “antiguos” compañeros de grupo, así que se forma un pelotón de 9 nadadores. Decido tomarme unos metros de recuperación, sin perder los pies del último nadador; pero ya casi estamos en el arco de meta. Reconozco a Ramino Roses delante de mí, y me pongo a seguirlo, pero todo el grupo comienza a esprintar. Los jóvenes van cruzándose de un lado para otro, y consigo adelantar a algunos pero no sé realmente en qué posición llego. Al tocar tierra con las manos, me pongo de pie y salgo a correr, pero los chavales corren también muchísimo y no soy capaz de adelantar a nadie más, llegando a meta como 7º clasificado, con un tiempo de 17´35”, a solo 3” del primero del grupo, y siendo Subcampeón Máster (40-49).

La prueba fue ganada por Pedro Miguel Serrano, con un tiempo de 16´40”. Uno de “las estrellas” de la natación Máster en España, con varias medallas en los últimos Campeonatos del Mundo de la especialidad, tanto en Aguas Abiertas como en piscina.

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