Se trata de un invento de la marca española BSafe, que ha creado un modelo de mascarilla higiénica que cumple con los requisitos de calidad, seguridad, etc. establecidos, pero que, mediante un sencillo sistema, evita que los cristales de las gafas se empañen.
¿En qué consisten? Son prácticamente idénticas a las convencionales, pero en la parte superior cuentan con dos pestañas que, al plegarse hacia abajo, crean una barrera que impide que el aire de la respiración vaya directo a las lentes.
Su modo de empleo es también muy sencillo: el dibujo de las gafas muestra el lado que tiene que ir al exterior, se coloca la mascarilla en la cara, ajustándola parte metálica para que se amolde a nuestra nariz, separándola después para doblar los pliegues y colocándola de manera habitual.
Es posible comprarlas en la página de web de BSafe o en ciertos puntos de ventas que concretan en el mismo sitio web. Eso sí, figura un precio de 20 euros, pero no queda claro si se trata del coste unitario (lo cual dudamos, ya que sería muy elevado) o de un paquete con varias unidades.