Entrando ya en los primeros días de otoño y a pesar de que las temperaturas no marcan ese tiempo, se nota que ya la Plaza de San Francisco está menos concurrida. Pero cuando se escuchan los primeros toques de campana desde la Casa Hermandad del Rocío anunciando el canto de la Salve, son muchos los que se congregan alrededor de ella para vivir ese ratito de Rocío que tan entrañablemente se pasa.
Y así ocurrió este viernes pasado cuando la guitarra de Antonio Rodríguez “El Pirata” comenzó a dar sus primeros toques para dar entrada a esa Salve tan hermosa que canta siempre Loli Garrido cuando se pone delante de la Carreta mirando al Simpecado de sus amores. Y luego las sevillanas, a cual más emotiva, y los fandangos enalteciendo a la Madre de los rocieros y terminando, como ya nos tiene acostumbrados, con una hermosa colombiana.
Y es que esta gran mujer, gran saetera si por algo destaca es por el sentimiento y la devoción que transmite con esa voz que tanto la caracteriza.
En definitiva, una noche más, una gran noche de Rocío en la Casa Hermandad.