La Barriada de la Punta de Caimán disfruta de la multitudinaria Ofrenda a su Patrona

Cientos de isleños participaron ayer en la Tradicional Ofrenda de Flores a la Virgen del Mar, uno de los actos más multitudinarios y esperados de las Fiestas de Punta del Caimán, especialmente este año, tras el parón de las fiestas provocado por la Pandemia.

Este año y como ya explicara el Hermano Mayor de la Hermandad en la presentación de la programación de las Fiestas, la concentración de los asistentes a la Tradicional Ofrenda volvía a su lugar original, la calle Ramón Noya, junto a la Capillita de la Virgen desde donde salía para recorrer las principales calles de la barriada hasta llegar al pórtico de la iglesia donde esperaba la imagen a las puertas de su Parroquia y a cuyas plantas iban depositando los ramos de nardos cientos de personas a ataviadas, según la tradición, con el traje típico marinero.

La representación institucional del ayuntamiento isleño fue muy amplia, encabezada la teniente de alcalde, Montserrat Márquez y la concejala delegada de Festejos, María del Carmen Beltrán, a quienes acompañaban la teniente de alcalde, Isabel López, el teniente de alcalde Gerardo Ramos y las ediles Ana Vieira, concejala de Cultura, Isabel M. Martínez, concejala de Pesca y la edil Nerea Ortega, los cuales hicieron el recorrido junto al Hermano Mayor de la Hermandad, Manuel Ramos y los miembros de su Junta de Gobierno y la Presidenta de la Asociación de Vecinos ‘El Caimán’ María Casado Carrillo a los que se unieron asociaciones, colectivos y representantes de la Hermandades de Gloria y Penitencia de la localidad.

Cabe recordar que las Fiestas en Honor a Nuestra Señora del Mar finalizan hoy domingo con la Procesión de la Virgen que, portada por mujeres, recorrerá las calles de la barriada hacia el puerto pesquero donde, una vez embarque en el pesquero Martín Estévez, paseará por las aguas isleñas, finalizando en la playa urbana de El Cantil, donde es desembarcada de forma espectacular por marineros de la barriada con el fin de recorrer cada calle y cada casa mientras le cantan sevillanas, salves y plegarias.