Los empresarios de Isla Cristina y Ayamonte (Huelva) han destacado la “complicada” situación a la que se enfrentan, una vez que el pasado sábado se decretara la reapertura de los establecimientos no esenciales después de más de 20 días cerrados en el caso de la localidad fronteriza y casi un mes y medio en el municipio isleño.
Así, la presidenta de Apyme Ayamonte, Bella Carballo, ha señalado que al seguir perimetrada la ciudad el sector turístico sigue “un poco apagado” ya que la hostelería cuenta con “mucho cliente de fuera” del municipio, algo que se complica aún más con el cierre de la frontera de Portugal.
A pesar de ello, ha remarcado que los empresarios están “contentos” de poder reabrir los negocios y porque la situación de contagios esté controlada, aunque hay algunos que continúan cerrados y, de ellos, “puede que alguno esté pensando en sí volver o no a abrir”, por lo que se ha mostrado preocupada de que muchos no puedan remontar por las pérdidas “y se vayan quedando en el camino”.
En este punto, ha indicado que para el municipio es “importante” que Isla Cristina y Villablanca puedan salir del cierre perimetral ya que “el comercio local estas navidades se salvó un poco gracias a que pudieron venir a consumir desde los pueblos de alrededor”.
En la misma línea se ha pronunciado el vicepresidente de Apyme Isla Cristina, José Luis Rubio, quien ha apuntado que tras un mes y medio de cierre de establecimientos en el municipio isleño “aún hay muchos que no han abierto y no se sabe si van a volver a abrir”, por lo que ha tildado la situación de “desastre total”.
Asimismo, ha destacado que los que han vuelto a iniciar la actividad tratarán “de continuar y salir adelante”, aunque las pérdidas han sido “importantes”, no solo por el cierre de establecimientos, sino porque se está vendiendo “poco” y, en el caso de la hostelería, también por los horarios impuestos de cierre a las 18,00 horas.
En su caso, ha apuntado Rubio, que regenta ‘El Barato’, un comercio muy conocido en Isla Cristina y que se dedica principalmente a la venta del textil y del hogar, la falta de celebraciones de romerías y carnavales ha hecho que pierda, al menos, un 60 por ciento de las ventas anuales.
