Si algo simboliza todo lo que envuelve El Rocío, por supuesto después de la Virgen y del Pastorcito Divino, es, sin duda alguna, la figura del Tamborilero que siempre marcha delante de las Hermandades.
Pues, tal y como estaba anunciado, este pasado viernes cinco de julio, la oración de las doce de la noche ante el Simpecado, no fue cantada, sino interpretada por el tamborilero onubense José Manuel Clemente Rodríguez.
Así, comenzó con la interpretación de la Salve de la Hermandad isleña, haciendo que todos los que se acercaron para vivir ese momento, se arrancaran cantándola, por lo que finalmente fue muy aplaudido. Después el Hermano Mayor, en nombre de la Hermandad, le hizo entrega de una imagen del Rostrillo de la Virgen.
A continuación siguieron dos sevillanas que también corearon los presentes, poniendo el broche final con el Himno del Centenario de la Coronación de la Virgen, lo que hizo que el aplauso fuera mucho mayor al ser interpretado magistralmente.
Una noche de Rocío el que se vivió esa noche a las puertas de la Hermandad y que gracias a José Manuel Clemente fue mucho más hermosa.
