El regreso de los bañistas en las playas de Isla Cristina en la fase 2
Los indicadores sanitarios sitúan a Andalucía como la segunda comunidad con menor incidencia del coronavirus en las dos últimas semanas (3,7 casos por cada cien mil habitantes), solo por detrás de Canarias -donde tres islas han entrado ya en la avanzadilla de la fase 2 al igual que Formentera- y todo indica que el avance se producirá.
La orden publicada este domingo en el Boletín Oficial del Estado (BOE) contempla el regreso de los bañistas, siguiendo las mismas normas que rigen para relacionarse en espacios públicos: mantener la distancia social de dos metros y hacer un uso responsable del lugar. No se habilitarán duchas, vestuarios ni fuentes de agua y los municipios deben garantizar el distanciamiento mediante señales en el suelo, según la “Guía de la fase 2” distribuida por la Delegación del Gobierno en Andalucía. También indica que “las normas de higiene y prevención se recordarán a los usuarios de piscinas y playas mediante cartelería visible o mensajes de megafonía, así como la necesidad de abandonar la instalación ante cualquier síntoma compatible con la Covid-19”.
En esa nueva etapa, se podrá acceder a las playas de la misma provincia y estará permitido hacer deporte, “siempre que se pueda desarrollar individualmente y sin contacto físico, permitiendo mantener una distancia mínima de dos metros entre los participantes”. La afluencia hasta que se supere la fase 3, que permita la movilidad entre provincias, será mucho menor que en otros veranos, tanto para segundas residencias como para alojamiento en hoteles o apartamentos.
La Costa de la Luz de Huelva es el gran atractivo de la Andalucía Occidental para el verano. Once municipios concentran los 122 kilómetros de playas de arena blanca que estarán a listas el próximo lunes, teniendo en cuenta que la provincia es la que con menor fuerza ha sufrido la pandemia, con 400 casos y 48 fallecidos. No obstante, menos concurridos que otros años hasta que se permita el acceso desde el resto de provincias, debido a que las segundas residencias se cuentan por miles, especialmente en núcleos como Matalascañas, la Antilla o Mazagón. F: Marta Maldonado
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