Estimado señor Maeztu Gregorio de Tejada,
Me llamo Carmen Núñez García residente en Isla Cristina (Huelva). Me pongo en contacto con usted ante la desesperación e injusticia que sobre mi casa y mi familia se está produciendo. De familia humilde y trabajadora, jamás me esperé verme en una situación de la gravedad que aquí le relato y que espero que usted pueda ayudarme en la medida de las posibilidades que usted posea.
El pasado septiembre de 2016 ante la situación laboral de mi hija, que se encontraba en una situación de necesidad en aquellas fechas, me dispongo a solicitar cita en el Ayuntamiento de Isla Cristina para hablar con la señora alcaldesa, Antonia Grao Faneca, y pedirle que en la medida de sus posibilidades, y ante la dura situación que sobre mi hija se cernía, pudiera informarme y ayudarme en la medida de las opciones legales que su condición de alcaldesa de Isla Cristina le confiere. Tras una conversación con la citada señora, en la que su vocabulario y comportamiento dejaban mucho que desear de lo que se le supone a una autoridad de un pueblo mayor de 20.000 habitantes, llegando a dirigirme frases muy violentas, y agresivas, la citada señora abandona el edificio municipal. Una vez realizado este hecho me dirijo a una cafetería con mi marido, para desayunar, donde me vuelvo a encontrar con la citada señora alcaldesa, a la que vuelvo a suplicar que por favor reciba a mi hija para buscar alguna solución a su duro problema, produciéndose a continuación una serie de ataques hacia mi persona con palabras aún más agresivas, entre los que se encuentran insultos y advertencias violentas.
Para mi sorpresa, y ante lo que considero un abuso de autoridad por parte de la señora alcaldesa de Isla Cristina se presenta una pareja de la policía municipal de Isla Cristina, a una llamada de la propia señora Grao. Retirándome, de manera muy violenta, de la zona donde me lanzó esos insultos y agresiones verbales.
Mi sorpresa ha sido cuando transcurrido meses desde ese desagradable hecho que en ningún momento me hubiera gustado vivir, cuando recibimos una notificación de una sanción económica por valor de 601 €. Sanción a la que por la delicada situación económica de mi casa no podemos hacer frente, pues como usted puede ver en el anexo que le adjunto mi marido tiene una contribución no contributiva, suponiendo el pago de esa sanción económica el tener que privarnos de otros aspectos mensuales como alimentos, luz, agua, u otros servicios de vital necesidad.
Hemos realizado todas las medidas legales que a nuestras manos teníamos disponible, e incluso tratado de hablar con la señora alcaldesa para intentar que retirara esa denuncia y por tanto, no ver perjudicada a una familia entera, por un hecho que en todo momento falta a la verdad. Un desagradable incidente que nos gustaría olvidar lo antes posible, pero que parece que será difícil, pues independientemente de que se consiga que la señora alcaldesa retire la denuncia, el estrés y angustia que sobre mi casa venimos viviendo desde esta notificación al ver que podemos quedarnos sin sustento económico, durante un mes, para poder hacer frente a los gastos derivados de las necesidades más básicas.
No se imagina usted la desesperación que vengo soportando en las últimas semanas, máxime cuando viene producida por un hecho de abuso de poder por parte de la señora alcaldesa, y que en ningún momento se ajusta a la verdad de lo por su persona emitida.
Sólo soy una humilde andaluza que pide su ayuda, para que interceda por mí y de esta manera poder seguir con mi tranquila vida, superando con dureza los vicisitudes que se presenta mes a mes, y poder hacer malabares para poder llegar a fin de mes, como cualquier familia de nuestra tierra.
