45 minutos y 12 metros de altura: la ola que podría ‘sepultar’ la costa occidental de Andalucía
Un estudio de riesgo elaborado por la Junta para su plan de contingencia subraya el mayor riesgo de un tsunami en la franja oeste del litoral, aunque no hay previsión a la vista.
Entre 45 minutos y una hora. Ése es el tiempo que tardaría la ola gigante de un maremoto en anegar la costa occidental andaluza. En algunos puntos, la inundación podría llegar a los doce metros y, otro dato a tener en cuenta, el agua tardaría bastante en retirarse.
Los cálculos anteriores forman parte del estudio de riesgos que han elaborado los técnicos de la Junta de Andalucía y en el que se basa, en parte, el Plan de contingencia de maremotos que este martes ha analizado el Consejo de Gobierno de la Junta y que pretende dotar a la comunidad de herramientas que prevengan situaciones de riesgo y minimicen daños ante una catástrofe natural poco probable pero posible en cualquier caso.
El antecedente más inmediato de un tsunami en Andalucía hay que buscarlo hace 266 años. Fue el 1 de noviembre de 1755, día de Todos los Santos y el origen fue un devastador terremoto con epicentro en Lisboa que tuvo lugar a las 9.52 de la mañana (hora española). En cuestión de minutos el mar se retiró anunciando el tsunami. Las olas arrasaron la capital portuguesa en poco menos de 30 minutos, pero el maremoto alcanzó las costas de Huelva a los 47 minutos y las de Cádiz a las 11.10 de la mañana.
Precisamente, esa franja del litoral andaluz, la que va desde Ayamonte, en Huelva, hasta Tarifa, ya en Cádiz, es la que los expertos de la Junta han subrayado en rojo en el estudio de riesgos de maremotos. Es, señala el documento a cuyo contenido ha tenido acceso este periódico, la zona que se expone a un mayor peligro y a un tsunami más devastador.
Las olas podrían llegar los doce metros de altura en algunos puntos de la costa de Cádiz y, en particular, entre las localidades de Conil de la Frontera y el Cabo de Trafalgar. Pero el riesgo se extendería más allá y que incluiría hasta a 22 municipios, diez de ellos en la provincia de Huelva -Ayamonte, Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Punta Umbría, Huelva, Palos de la Frontera, Moguer, Lucena del Puerto y Almonte- y otros doce en Cádiz -Sanlúcar de Barrameda, Chipiona, Rota, El Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando, Cádiz, Chiclana de la Frontera, Conil de la Frontera, Vejer de la Frontera, Barbate y Tarifa-.
El peligro en esta franja occidental de la costa andaluza estaría no sólo en la altura de las olas, sino también en que, dada la orografía del terreno, las zonas quedarían anegadas durante más tiempo, aunque, esos sí, habría un margen de hasta una hora antes de que la ola llegase a cubrir el territorio.
Menos margen habría, siempre según los datos del estudio de riesgos elaborado por la Junta, en el otro extremo de costa de la comunidad, en el litoral mediterráneo. En esta zona, aunque el peligro es menor, también habría menos margen de reacción, dado que en 20 minutos, media hora a lo sumo, la ola alcanzaría tierra firme.
Pero la intensidad sería considerablemente inferior, puesto que las olas no superarían los cinco metros de altura y la orografía aliviaría los daños.
A la Administración andaluza, en cualquier caso, le queda aún por terminar el estudio de riesgos de la costa oriental, aunque ya hay estudio que detallan los riesgos. Como el que publicó hace solo unas semanas el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la revista Scientific Reports.
En dicho estudio se advertía del peligro que entraña la falla marina de Averroes, en el Mar de Alborán, tras descubrirse que su geología tiene capacidad para generar olas de más de seis metros que afectaría a las costas andaluzas y un terremoto de magnitud 7.
Desde la Junta se insiste en que no hay ninguna previsión de maremoto en Andalucía, aunque el plan de contingencia incluye la realización en las próximas semanas de un simulacro de maremoto que afectaría a las provincias de Huelva y Cádiz.
El anuncio del simulacro se hará este miércoles después de una reunión de carácter técnico y en el mismo participarán miembros del 112, del Grupo de Emergencias de Andalucía, bomberos, Guardia Civil, policías locales, Policía Autonómica, 061 y Cruz Roja.
España cuenta con un plan especial estatal ante este tipo de riesgo, si bien, no existe ninguna comunidad autónoma que lo haya planificado.
Entre las medidas del plan también destacan el mantenimiento de una base de datos sobre medios y recursos disponibles en caso de maremoto, además de definir la organización, medios y cauces de colaboración que permitan hacer llegar la información sobre alertas de maremoto a las autoridades de protección civil y a los órganos y servicios públicos, así como a la población potencialmente afectada. El documento también contempla la organización de programas de información a la población, que permita, mediante el conocimiento del fenómeno, establecer sus propios sistemas de autoprotección.
Para su elaboración, se ha contado con el programa Europeo Copernicus EMSN-078, que ha creado una simulación de la peligrosidad y vulnerabilidad de las costas andaluzas susceptibles de ser alcanzadas por este fenómeno, así como la inundabilidad de las playas y municipios de las mismas. Se trata de un proyecto dirigido conjuntamente por la Agencia Espacial Europea (ESA) y por la Unión Europea a través de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
No sería el primer simulacro de maremotos en Andalucía, puesto que el pasado marzo la comunidad se incluyó en el NEAMWave21, un ejercicio de cómo es una alerta de tsunami, organizado por la Comisión Oceanográfica. F: CHEMA RODRÍGUEZ.
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