El mes de julio está a punto de finalizar y lo hace con el octavo pase de cortometrajes en competición. Hemos pasado el ecuador de la Sección Oficial de Cortometrajes con la sesión número ocho de las catorce sesiones programadas para este verano. España y México fueron los protagonistas. La ficción y el documental (con animación incluida) se midieron cara a cara ante la hipnótica mirada de los espectadores. En definitiva, cine y más cine bajo la luz de la Luna.
Madre hija hermana
Bajo la producción de A la Deriva, Alfonso Nogueroles escribe y dirige la primera de las obras de la noche. Eli, una recién divorciada, pasa el fin de semana en casa de su madre y su hermanastra menor. La función exacta de Eli en la familia no es otra que la de ejercer de madre, hija y hermana a la misma vez. Apoyado en tres excelentes actrices, Lucía Díez, Eli Hernández León y la veterana Nieve de Medina, con estos tres sólidos pilares consigue Noguerolos llevarnos de la mano por esta desestructurada familia. Las tres actrices están fantásticas. Sobre ellas recae todo el peso de la trama, por lo que la excelente dirección de actores de Nogueroles queda de manifiesto. Un excelente trabajo para abrir la noche del jueves.
Mañana
María vive las 24 horas dependiendo de Vicente. Él es quien hace que siga teniendo ganas de vivir y que despertarse cada día tenga sentido. Pero una mañana, todo cambia… Manuel Aguilar consiguió meter todos los corazones del espectador en un puño. Sobrecogidos vivimos esta inquietante historia de amor incondicional. Casi sin dejar respirar, Aguilar consigue mantener la tensión a la misma vez que nos hace reflexionar ante ese mañana que quién sabe si existirá. Ramón Agirre hace una estupenda y delicada composición de su personaje, pero es Klara Badiola quien tiene el personaje de mayor lucimiento. El trabajo de Badiola es inmenso, sin duda unas de las más destacadas interpretaciones de esta edición.
Marcianos de Marte
Fernando Trullos regresa de nuevo a la Sección Oficial tras competir hace varias ediciones con “El barco pirata”. Y lo vuelve hacer manteniendo el mismo sello y gusto por la estética. David es un niño que manda señales al espacio y tiene contacto con un extraterrestre. 20 años después, su cohete está por fin preparado para volver a verla. Preciosa historia contada en dos tiempos. Gracias la música de Arnau Bataller, la fotografía de Albert Pascual y la dirección de arte de Llorenç Miquel, lo que consigue Trullos es trasladarnos al E.T. de Steven Spielberg. Casi nada. Pero Trullos va más allá en su segundo parte con un drama familiar como telón de fondo. Y ahí está Mike Esparbé y Nuria Gago para dimensionar sus personajes. Una gozada de película.
María bonita
Precioso homenaje que desde México le rinden a una de sus más grandes estrellas, María Félix. La Doña fue sin duda la actriz más importante del cine méxico, y así nos lo refleja Amanda de la Rosa contándonos esta historia real que ella mismo vivió de adolescente. La diva del cine mexicano, María Félix, de 80 años, se hospeda en casa de una familia en Veracruz. Esta verídica anécdota en la vida de María Félix fue todo un acontecimiento para Amanda y su familia. Y es un lujo que nos lo haya contada a través de su cortometraje. La actriz Diana Bracho da vida a María Félix. Y está maravillosa en su trabajo. Llegamos a creer que la Bracho es la Félix. Todo un acierto. Fabulosa.
Mariama
Mariama es una niña de Guinea Conakry que está a punto de sufrir la mutilación genital femenina. Su padre Ibrahim, que reside en España, no está de acuerdo. La actriz Mabel Lozano lleva casi una década entregada en cuerpo y alma al cine documental con la mujer siempre como protagonista. Ya ha participado varias veces en nuestro Festival y ahora regresa con esa historia de un padre coraje que consigue salvar a su hija de brutal agresión “tradicional”. Contada siempre desde las confesiones del padre, Mabel Lozano se ayuda de una preciosista animación que le sirve para ilustrar la barbarie que sufren estas niñas. Una necesaria historia que hay que contar, y que Mabel Lozano lo hace con el talento como directora que le caracteriza. Bravo.
Mario
El llanto de mario interrumpe a su madre, Elena, mientras ésta ve la televisión. Ante las incesantes lágrimas del niño, Elena sale corriendo de la casa. Carlos G. Velasco nos trajo la propuesta más enigmática de la noche. Sin desvelar su acertado final, el espectador se quedó con la boca abierta de principio a fin. Con un guión propio perfectamente montado, Velasco nos habla de la maternidad, de la soledad, de la ruptura y de los peligros de la mente en tan solo nueve minutos de duración. Esther Pastor y Carlos Jiménez-Alfaro en manos de Velasco son como dos marionetas que deambulan por la ciudad (y por sus vidas). Rodada de forma minuciosa, poco a poco nos va descubriendo claves para entenderlos… o quizás todo lo contrario. Eso es el cine.
Mariposas
Ángel Villaverde cerraba la noche con esta historia con una adolescente como protagonista. Silvia tiene 17 años, su madre ha contratado una tutora para ella, Irene. Ella le enseñará a conocerse para decidir quién quiere ser, evitando prejuicios y estereotipos. Historia de descubrimientos personales, de frustraciones y de falta de comunicación familiar. Villaverde se centra en su personaje principal, Irene, a la que cuida y protege a través de su cámara. Veki Velilla aporta a Irene la fragilidad que su personaje necesita, mientras Olga Alamán aporta la seducción y sensualidad necesaria para hacer avanzar a Irene. Cine de actrices jóvenes que hacen unas interpretaciones con mayúsculas.
