Jordi Landero
De entrantes, ensalada de caballa, atún aliñado, hueva en crema ali-oli, pulpo a la gallega, gambas y una tabla de quesos; como platos principales, carrillera en salsa, atún en tomate, albóndigas en salsa, garbanzos con langostinos y pulpo, fabes con pellejito de atún, arroz de marisco o espaguetis a la boloñesa –para los más pequeños–; y de postre, fruta del tiempo y dulces navideños.
Estos han sido los platos que han integrado el menú solidario, y, por tanto, por los que pudieron optar ayer viernes, por segunda ocasión consecutiva, las aproximadamente 140 personas con escasos recursos económicos de Isla Cristina que participaron en el almuerzo solidario ofrecido por los empresarios hosteleros locales Paco Torres y Pepa Cordero.
El objetivo no fue otro que ofrecer una comida a la carta para aquellas familias de la localidad que, “llegadas estas entrañables fechas navideñas, no se pueden permitir salir a comer a un restaurante por problemas económicos”, explica el promotor de la idea, Paco Torres, quien confiesa que quiere hacer de esta iniciativa solidaria “una tradición” en la localidad isleña.
El almuerzo tuvo lugar en el restaurante que ambos empresarios regentan en la plaza del Ayuntamiento de Isla Cristina, la brasería-freiduría La Peña, y para el mismo contaron con numerosas colaboraciones entre vecinos, a nivel particular, empresas locales, el comedor social de Isla Cristina y uno de sus responsables, Juan Manuel Castilllo, o la teniente de alcalde del Consistorio de Isla Cristina, Laura López Pichardo.
Con esta iniciativa, insiste Paco Torres, “hemos querido tener por segundo año consecutivo un detalle con las personas más necesitadas de la localidad”, para las que “hemos abierto por segunda ocasión de par en par las puertas de nuestro establecimiento” con el principal objetivo de que quienes asistieron “tengan la oportunidad de disfrutar en estas fechas al menos de un almuerzo navideño, pese a su actual situación de vulnerabilidad económica”.
“Ya lo hicimos el año pasado –prosigue– y fue toda una satisfacción, una experiencia muy bonita, y todo un subidón de solidaridad”, lo que les ha llevado a repetir esta Navidad, aunque también precisaron es que lo que más les hubiese gustado es que este año “hubiesen venido muchos menos comensales, o ninguno, lo cual habría sido la mejor señal de que muchas familias isleñas habrían mejorado ostensiblemente su situación económica”.
La idea surgió tras el incendio que sufrió su establecimiento en julio de 2018, y por el “apoyo y cariño” que recibieron de los isleños a la hora de reconstruir y volver a levantar su negocio. “El pueblo de Isla Cristina se volcó con nosotros de todas las formas imaginables –precisa Torres– lo cual nos sorprendió muy gratamente” y “nos llevó a responder a esa ola de solidaridad con otro gesto solidario, sobre todo teniendo en cuenta que ahora somos nosotros los que estamos en disposición de poder aportar un granito de arena para ayudar a aquellos que más lo necesitan”.
Por todo ello, concluyen, “lo mejor fue que las familias que asistieron disfrutaron de nuestro almuerzo, que pudimos brindar con ellas, que les pudimos despedir con una sonrisa, y que ellos nos pagaron la cuenta con otra”.
