La operación policial llamada “El don de la oportunidad” dio caza por fin a un cirujano clandestino que había provocado varias muertes debido a malas prácticas en su quirófano particular. Por lo visto todo fue debido a que una mujer desgraciadamente falleció tras una intervención de lipoaspiración e implante de glúteos. Las cosas se complicaron tras la operación y la mujer terminó de la peor manera que podía acabar. Así que al detectar esos problemas acudieron a la consulta del doctor que aún siendo médico de un hospital, no tenía licencia para operar por su cuenta y lo encontraron allí: con un Jes Extender casero. Esto es el Do It Yourself llevado a sus máximas consecuencias.
Y ahí es donde viene la tragicomedia que siempre envuelve a estas noticias locas. Lo que debía ser una detención de un negligente y homicida involuntario, terminó siendo un poco un chiste. Al hombre se le estaba gangrenando el pene seguramente debido a que era poco cuidadoso hasta consigo mismo. Se estaba haciendo un destrozo y ni siquiera había alargado el tema unos pocos centímetros, así que lo llevaron al hospital para que lo viera un médico de verdad. También detuvieron a la enfermera que lo acompañaba, que al parecer estaba expectante de ver como mejoraba su largura. “Así traigo a mi novio, si lo mata por mala praxis no pasa nada; o la tiene larga y gorda o ya no me sirve, una pena. ¡Quíteme esas esposas! ¡Socorro!” gritó al ser detenida.
El cirujano se enfrenta una penas muy larga y a un pene muy corto. A partir de ahora deberá seguir viviendo con lo que quede de su ciruelín, si sus compañeros médicos consiguen salvar algo. “Porque nos dijeron que se le había gangrenado el pene, yo al principio pensé que era una verruga muy mal puesta” comentó uno de los doctores de los que no ha trascendido el nombre. Al final el propio cirujano fue víctima de sus propias malas manos. Seguiremos informando. O no. Mas bien no.
(La noticia es real como la vida misma)
Goyo Gonzalez. Enero 2.017
