28 marzo 2024

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Las Cosas de Goyo “Los villancicos navideños”

Las Cosas de Goyo “Los villancicos navideños”

villancicosLa Navidad ya está aquí y con ella llegan sus entrañables e inamobibles villancicos. ¿Alguien canta hoy en día villancicos en sus casas? En los centros comerciales ya sabemos que sí, ahí están los altavoces a todo volumen con esos coros infantiles cantando a viva voz el repertorio entero de las cintas de cassette de nuestra infancia navideña. ¿Pero y en sus casas? No sé si es una mayoría la que canta en sus casas o es algo ya pasado de moda. A lo mejor preferimos el Spotify a la pandereta, el Youporn a la zambomba… Qué sé yo, Internet lo ha cambiado todo.

El origen del villancico está poco claro como todo aquello que provenga de la tradición popular. En principio su origen data del siglo XV donde había un señor que compuso todos los villancicos de la historia y ahí se quedaron. El hombre lo dejó en lo más alto y dijo: “¡Ya no los podréis superar! ¡Peces que beben en el río! MUAHAHA ¡A nadie se le ocurrirá nada mejor!” Y murió llevándose con él el secreto que entrañan todas esas canciones religiosas. ¿Por qué cuando a Belén va una burra RIN RIN? Jamás lo sabremos.

A mí las letras de los villancicos me dejan fascinado. Son letras que llevan a una burra que va a Belén, o esos peces que nadie se había planteado si bebían agua del río o no, o si con la contaminación actual beben agua embotellada; o ese ande ande ande la marimorena que no sé si es un ánimo para que la Mari morena camine mucho o termine haciéndose runner. No entiendo nada e igual casi que tampoco hace falta.

Todos se basan en la creencia de que los pastores que vieron nacer al niño Jesús ya sabían que iba a ser un mesías y que era el nuevo Rey. Lo dice la de los tamborileros que cuenta que el camino que lleva a Belén, baja hasta el valle que la nieve cubrió (aunque no sé si en Belén nevaba mucho) y los pastorcillos quieren ver a su Rey. ¿Cómo lo podían saber? Si aún no había hecho nada. ¿Eran un poco como los que oyen a un niño dar patadas a la madre y dicen: “uy, eso es que va a ser futbolista“? ¡Si lo dices de todos, alguno será! Aunque solo sea por descarte.

La cuestión es: ¿ya no se hacen villancicos nuevos? No ha salido un compositor moderno a sacar nuevas canciones navideñas que cambien un poco el panorama. ¿No está el Papa preocupado por esto? A mí me preocuparía. Igual es por eso que la Iglesia pierde fieles, ¡se están hartando de las canciones! Están viviendo de éxitos pasados como los Rolling Stones y ya huele. A lo mejor es que el mercado no está preparado para villancicos disruptivos. Quién sabe, un dubstep navideño. Cosas más raras se han visto.

Porque no me diréis si no es rara la zambomba. ¿Qué instrumento es este? Cuando yo era pequeño tocábamos con tapas de cacerolas, botellas de anís y la mítica zambomba. Que las hacía un vecino de forma casera, ojo. Probablemente es el instrumento más fácil de tocar por un hombre, sobre todo en la adolescencia. Y el más antiestético de todos. Yo lo veía y no sabía que pensar: escupía en una mano, escupía en la otra y venga a darle a la manivela.

En definitiva, necesitamos renovar los villancicos porque ya empiezan a estar desfasados. No han salido compositores nuevos desde Ataulfo el juglar y ya están un poco desgastados. Aún así, este año no os vais a librar y si en vuestra casa aún se cantan los terminaréis tarareando. Aunque disimuleis. Así pues, ¡feliz Navidad a todos. ¡Y ánimo!

¡Que tengáis muy muy feliz 2017!

Goyo Gonzalez. Diciembre 2.016

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