Comenzamos la semana con la proyección del quinto de los doce largometrajes que componen la Sección Oficial a Concurso. El cine documental vuelve a tener presencia en la competición de la mano de “La gran ola” del director onubense Fernando Arroyo. La pasada edición Arroyo participó con “Islamar III. Herida abierta” fuera de concurso, y ahora regresa a Islantilla al año siguiente dentro de la sección estrella del festival. Lleno absoluto en un patio de butacas abarrotado deseoso de conocer sí es real o no la posibilidad de un nuevo tsunami en nuestras costas.
Científicos y organismos como la UNESCO apremian a España y Portugal a tomar medidas contra los tsunamis. Las respuestas son casi inexistentes. Al turismo le interesa que siga pareciendo un mito. Fernando Arroyo mueve su objetivo desde Sagres (Cabo San Vicente, Portugal) hasta la provincia de Cádiz, pasando por toda la costa onubense. Apoyado en una preciosa fotografía aérea de Antonio Galisteo, Arroyo nos lleva de un espacio a otro mostrándonos todos los puntos vulnerables de las costas portuguesas así como de toda nuestra Costa de la Luz. Inquietante, clarificador, pero sobre todo necesaria esta historia “tabú” donde la población desconoce el riesgo existente, y lo más importante… ¿qué hacer en caso que ocurra? El público permaneció muy atento durante todo el metraje, con el corazón helado al conocer las dimensiones de semejante catástrofe. Excelente trabajo de Fernando Arroyo con una magistral música de Pablo Cervantes. Sin ninguna duda, el público tomó buena nota de todo.