La actividad de la flota pesquera se ha reducido aún más en los últimos días en reacción a la crisis del coronavirus, que provoca un incremento del número buques amarrados a puerto y de lonjas pesqueras cerradas. Los responsables de la patronal de armadores, Cepesca, y de la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP) han informado que el parón afecta a la mayor parte de los pesqueros del Golfo de Cádiz y del Mediterráneo, mientras que en el Cantábrico y Atlántico norte, la pesca continúa con dificultad.
Según el secretario general de Cepesca, Javier Garat, aproximadamente el 60 % de la flota del Mediterráneo y del Golfo de Cádiz está parada. Cepesca ha valorado el paquete legislativo de emergencia de la Comisión Europea (CE) para dar respuesta al impacto económico provocado por la pandemia COVID-19, pero lamenta que no haya sido más ambiciosa para respaldar a aquellas flotas que siguen faenando y que están haciendo frente a una bajada de precios de los pescados y mariscos, que estima en torno a un 50% y un 70%, respectivamente.
En su propuesta, la CE modifica la normativa actual para permitir a los Estados miembros reasignar y transferir recursos financieros no utilizados del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) para mitigar el impacto de la crisis y también propone modificar disposiciones de este mismo fondo para ayudar a las flotas obligadas a amarrar, debido a medidas de cuarentena o problemas operativos o de mercado. Igualmente, y según ha hecho público la CE, los Estados miembros podrán aplicar estas medidas con efecto retroactivo del 1 de febrero de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2020.
La Comisión también ha introducido mecanismos de ayuda para el almacenamiento de pescado no vendido, debido a la falta de demanda o precios extremadamente bajos, y para tratar de equilibrar los mercados. Así mismo, contempla más financiación a las organizaciones de productores pesqueras y la posibilidad de recibir anticipos de entre el 50 y el 100% de las ayudas por sus planes de producción y comercialización.
El presidente de la FNCP, Basilio Otero, ha cifrado en el 90% el volumen de flota de bajura del Mediterráneo amarrada. En el Golfo de Cádiz, están saliendo a faenar algunos barcos de Ayamonte, Isla Cristina y Punta Umbría, y de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
El cierre de bares y restaurantes y la baja demanda en los mercados de abasto en toda la provincia onubense han provocado una importante caída en las ventas, y las lonjas de los puertos onubenses están sufriendo importantes descensos en su comercialización que puede rondar hasta el 50%, como es el caso de la de Isla Cristina.
En el Cantábrico y el Atlántico norte, la campaña de la caballa marca la actividad y algunas artes han parado, como el cerco o la flota de A Coruña; el sector está a la espera de que se amplíe la cuota. También han parado los mariscadores y mariscadoras de Galicia.
En cuanto a la flota de altura, Garat ha indicado que los buques de Gran Sol siguen faenando, si bien hay empresas que han presentado un ERTE, y la flota vasca que faena en Senegal ha amarrado sus barcos. Dentro de la flota que navega en alta mar, los barcos tratan de “no tocar puerto” y atracar para descargar o para repostar gasóleo, según Cepesca.