Nos visitaba uno de los equipos llamados a estar en la parte alta de la clasificación peleando por el ascenso y lo hacía en un excepcional momento de forma tras ganar sus cinco últimos partidos. No era la mejor jornada para sumar la segunda victoria del campeonato sin lugar a dudas.
Primera parte con apenas ocasiones por ambos equipos, prácticamente la única se convirtió en el 1-0 obra de Carlos Vizcaíno tras una prolongación de cabeza de Fran Palma que, aunque no ha conseguido marcar, ha realizado un partido para enmarcar. Primer periodo en el que estuvimos muy serios atrás y aprovechamos la que tuvimos. Nos fuimos a vestuarios con el 1-0.
Apenas habían transcurrido unos minutos de la reanudación y llega el empate a uno. Córner que es rematado a gol por un jugador que se encontraba absolutamente solo en el segundo palo, grave error por nuestra parte. Un par de minutos más tarde llegaba el 1-2, fallo en la salida de balón y el delantero rival que se aprovecha para, solo ante Mateo, hacer el 1-2. No habían transcurrido ni cinco minutos y todo el trabajo realizado hasta ese momento se van al traste por dos errores. Inevitable que a todos los presentes se nos aparecieran fantasmas de encuentros pasados, todo apuntaba a que se repetiría otra vez la misma historia, buen partido, de tú a tu frente a un gran rival pero errores puntuales que costarían los tres puntos.
Pero afortunadamente la historia no se repitió y no habían transcurrido tres minutos desde el 1-2 cuando Quini consigue poner las tablas de nuevo en el marcador. Momentos de locura en el Municipal. Gol que resultó clave sin lugar a dudas. Con 37 minutos por delante partido nuevo.
El Pozoblanco no se conformaba con el empate, eran conscientes de que se enfrentaban al colista y tenían que buscar los tres puntos, por nuestra parte tampoco valía el punto y había que ir también a por los tres. Esto motivó que se vieran minutos muy intensos, el equipo visitante controlaba el juego y los nuestros, firmes atrás, salían en rápidas contras para generar peligro.
En el minuto 75 llegó el 3-2 definitivo, obra del central Sergio González. El colombiano ya había marcado en la primera mitad pero fue anulado por fuera de juego. Quedaban 15 minutos de sufrimiento, el rival intentaba el empate fundamentalmente con juego directo pero estuvimos muy bien en defensa y apenas concedimos oportunidades, estuvo más cerca el 4-2 que el empate de haber estado acertados en las muchas contras que tuvimos.
Tremendo trabajo de todo el equipo que, una vez más, demostró no ser inferior a ningún rival con la diferencia de que hoy el marcador sí hizo justicia.
Próxima parada en Rota, será otra historia.
