El Isla Cristina sumó su séptima victoria consecutiva al imponerse por 2-1 a un Canela que gustó.
Joaquín Pantiga. El encuentro comenzó con mucha presión en la zona ancha, con un Canela que se defendía muy bien en su línea media, esperando una oportunidad para contragolpear, y le llegó en el minuto 13 cuando Moi recibe un pase en profundidad de Yuse y se planta ante Mateos, al que bate por bajo (0-1).
Los ayamontinos se mostraban como un equipo que jugaba bien a la contra, mientras el Isla no conseguía romper el sistema defensivo empleado por Pepe Vázquez. En el 25 la ocasión fue local, en una jugada elaborada que culmina Diego con un disparo a puerta, pero el balón se va junto al poste.
El cuadro local empezaba a despertar, aproximándose con más frecuencia al área rival, tratando de lograr la igualada. La réplica llegó por medio de Cano, que se va solo ante Mateo pero el balón se marchó alto por poco. El dominio era alterno, lo que repercutía de forma favorable para los aficionados, que presenciaban un partido entretenido.
En el 32, otra oportunidad local en un duro disparo de Quintana, y cuando se cantaba el gol el meta visitante metió el puño y desvió a córner. El Isla apretaba y llevaba peligró a la meta de un Canela que también respondía buscando incrementar la renta. En el minuto 40 llegó el 1-1 cuando Fernan bota un córner y Tete, de gran remate de cabeza, supera a Dami. El Isla buscó un segundo gol antes del descanso, pero no llegó.
Los segundos 45 minutos comenzaron con dominio local, acosando la meta de un Canela que se defendía con seguridad y no se olvidaba de montar contragolpes que le pusieran de nuevo por delante llevando también peligro a la meta de Mateos. La incertidumbre seguía, ya que cualquiera de los dos equipos podía hacer diana en la meta contraria. El gol pudo llegar en el 77 en las botas de Sebas, pero el meta rechazó el remate; un minuto después sí acertó el Isla cuando Boa recoge un rechace de la defensa y coloca el 2-1.
En los últimos minutos los pupilos de Francis Acosta tuvieron ocasiones para aumentar la cuenta, pero la defensa y el meta forastero abortaron el peligro.
